Por definición un diente impactado es un diente que está ubicado contra otro diente, hueso o tejido blando, de forma que existe poca probabilidad que salga completamente a través de las encías para alcanzar su posición normal en boca.
En odontología también son llamados diente retenido, impactación dental, criptodoncia e inclusión dentaria. Los dientes empiezan a salir a través de las encías, durante el proceso de lactancia y emergen de nuevo cuando los dientes permanentes reemplazan a los primeros dientes o dientes de leche. Este proceso ocurre entre los 7 y 9 años.
Si un diente no lograr salir o lo hace parcialmente, se considera que está impactado. Con mayor frecuencia resultan impactados los cordales o terceros molares, que son los últimos dientes en salir, normalmente entre los 17 y los 21 años.
Si los dientes impactados se dejan sin tratar, aproximadamente una de cada tres personas que tienen esta condición dental, pueden desarrollan un quiste en el tejido blando debajo de la línea de la encía, u otra complicación.
El impacto puede conllevar a caries dental, inflamación de las encías o infección y resorción ósea o dientes adyacentes. Un diente impactado puede también empujar contra otros dientes, causando desalineación de la mordida.
Si un diente impactado no causa dolor, inflamación, infección, y no afecta la alineación de la boca, puede no necesitarse tratamiento. Si hay síntomas perceptibles, lo recomendable es la extracción de la pieza, para estos fines es importante acudir donde un cirujano profesional y especializado para evitar problemas mayores.